Entre
las acciones que pueden llevarse a cabo para no ser víctima del "phishing" y
otras prácticas fraudulentas destacan las siguientes:
- Desconfiar de cualquier mensaje que solicite datos confidenciales como nombres
de usuario, contraseñas, números de tarjeta de crédito, etc.
- Para asegurarnos de que conectamos con un servidor web seguro comprobar, en la
barra de direcciones del navegador, que la URL comienza por
"https://"
- Prestar atención al icono -como, por ejemplo, un candado cerrado en el caso de
Internet
Explorer-, que debe aparecer en la barra de estado inferior del navegador,
informando de que conectamos con un servidor web seguro. Además, haciendo doble
click sobre el icono podrá visualizarse el certificado de seguridad y comprobar
su validez.
- No utilizar enlaces para acceder a sitios web con información
confidencial, y menos aún si proceden de mensajes de correo electrónicos o
páginas no fiables. En su lugar, se recomienda escribir en el navegador la
dirección correspondiente.
- Mantener el sistema puntualmente actualizado, tanto el sistema operativo, como
el resto de aplicaciones, especialmente el navegador que se utilice para las
transacciones electrónicas.
- Contar con una solución antivirus actualizada, ya que también proliferan los
gusanos, troyanos y keyloggers (o programas que capturan las pulsaciones de
teclado) destinados a robar los datos de los usuarios para poder acceder a la
banca
electrónica y a otros sitios con información confidencial.